Los romanos, líderes en salazones de la antigüedad
Aunque las salazones artesanales llevan haciéndose desde hace siglos por infinidad de pueblos como los egipcios o los fenicios, los romanos fueron quienes más trabajaron en este aspecto, dejando un importante legado que hoy en día sigue siendo consumido en todo el mundo gracias a su excelente sabor y la gran calidad que llegan a tener muchos de ellos.
En su momento llegaron a producir salazones por toda la cuenca del Mediterráneo y de ello son testigos los restos que dejaron tras de sí, como los tanques de salazón o las piletas. Se trataba de unas cubetas donde se maceraba el pescado con la sal.
Muchas de las ánforas encontradas en relación a la salazón datan de finales del siglo I a.C hasta el siglo I d.C. Estas fechas coinciden con el éxito de la producción de salazones en la zona sur de España. El éxito de estos productos se hizo viral, llegando a ser consumidos en todos los lugares donde tenía presencia el Imperio Romano.
Tras su caída, las salazones no desaparecieron sino que otros pueblos como los judíos, visigodos y árabes mantenían esa costumbre de consumir pescados en salazón, algo que tendría mucho calado en nuestro país, algo que dura hasta nuestros días.
Los romanos aprovecharon al máximo la técnica del salazón
Los romanos estuvieron en toda la península ibérica y durante su ocupación, algunas de las ciudades más importantes en las que se comercializaba el salazón fueron Almuñécar, Adra, Cartagena y Cádiz, donde las especies más usadas fueron el atún, bonito, sardinas, caballa y anchoas.En su momento llegaron a producir salazones por toda la cuenca del Mediterráneo y de ello son testigos los restos que dejaron tras de sí, como los tanques de salazón o las piletas. Se trataba de unas cubetas donde se maceraba el pescado con la sal.
Muchas de las ánforas encontradas en relación a la salazón datan de finales del siglo I a.C hasta el siglo I d.C. Estas fechas coinciden con el éxito de la producción de salazones en la zona sur de España. El éxito de estos productos se hizo viral, llegando a ser consumidos en todos los lugares donde tenía presencia el Imperio Romano.
Tras su caída, las salazones no desaparecieron sino que otros pueblos como los judíos, visigodos y árabes mantenían esa costumbre de consumir pescados en salazón, algo que tendría mucho calado en nuestro país, algo que dura hasta nuestros días.